¿Estafa o
negocio? Cuantas veces nos hemos podido
hacer esa pregunta cuando nos ha tocado llamar a un 902. Llamar al departamento
de atención al cliente para la resolución de incidencias, hacer una
reclamación…. Muchas son las situaciones en las que nos hemos vistos obligados
a llamar a un 902, cabreándonos y estando atentos a los minutos que pasaban con
el fin de que la llamadita nos saliera lo menos cara posible.
Pero este
pequeño negocio dejará de ser una fuente de beneficios para los empresarios,
tal y como lo recoge el anteproyecto de la Ley para la Defensa de los
Consumidores y Usuarios. Tras esta medida, además de adaptar la normativa de
consumo española a la directiva comunitaria, las empresas quedan obligadas a que sus
números prefijados por el 902 tarifen como una llamada normal.
No obstante
es un anteproyecto que aún tiene que tomar luz. Aunque hace un año ya el
Gobierno de Mariano Rajoy impulsó un decreto ley mediante el cual las empresas
eléctricas se veían obligadas a dar un servicio de atención telefónica
gratuito, muchas empresas siguen escondiendo sus teléfonos con tárifas
estándar.
Esperemos que
no se quede en un simple golpe de aire dicha medida, ya que debería ser ilegal
ganar dinero a costa de las consultas de los usuarios. ¿Os habéis llevado
alguna vez alguna sorpresa en la factura telefónica debido a estas llamadas?
¿Habéis exigido que os cedieran otro número al que llamar?
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