Es importante saber que cualquier producto nuevo que adquiramos tiene una garantía de dos años; si es de
segunda mano, la garantía será de un
año. Durante este periodo de tiempo tenemos una serie de derechos, como
consumidores, que nos cubren posibles desperfectos o problemas de ese producto.
Muy importante, conservar el tique de compra. Pero veamos algunos ejemplos de
casos, que nos han ocurrido a muchos de nosotros, y qué debemos hacer.
· Compro un vehículo y a los pocos días
da problemas. Si el
coche tiene defectos ocultos, estos tienen que manifestarse durante los
primeros seis meses de compra. Además, es muy importante saber que durante el tiempo que el vehículo está
en reparación, la garantía queda en suspenso.
· Adquisición de un teléfono. Si en el contrato de compra de un
teléfono aparece una cláusula que nos obliga a renunciar a reclamar, debemos
saber que esa cláusula es nula por abusiva; el consumidor siempre
tendrá derecho a reclamar, lo contrario sería renunciar a sus derechos legales.
· Televisión con problemas. Es importante distinguir si el
producto está en garantía o no. Si un técnico tiene que desplazarse a nuestro
domicilio para repararlo, si estamos en periodo de garantía, todos los gastos
ocasionados por la reparación de este objeto deben ser gratuitos para nosotros;
no nos pueden cobrar por ello.
En caso de que el técnico nos exija el pago de la reparación, ese importe debemos repercutirlo al vendedor; él es el que debe responder. Del mismo modo que nunca debe decirnos que llamemos nosotros al fabricante del producto, ya que es él quien debe hacerse cargo de esa gestión.
· Compra de ropa. Si has visto, antes de pagar la
prenda, que tiene algún deterioro y crees que puedes arreglarlo, es viable que
negocies con el vendedor el precio a convenir. Sin embargo, si te has llevado
la prenda y en casa descubres que está deteriorada, debes volver a la tienda,
siempre con el tique de compra. La primera opción es sustituir la prenda por
otra similar, si no es posible, una de similares características y, si finalmente
esto tampoco es posible, la rebaja o
devolución del importe del producto.
· El establecimiento se niega a hacerse
cargo de los gastos de reparación de la lavadora que hemos comprado. Podemos arreglarlo nosotros, pero repercutir los
gastos, si estamos en periodo de garantía, al vendedor. Si este se niega,
debemos hacer un procedimiento de
reclamación ante la Oficina del Consumidor.
También existe la posibilidad de que
el producto sea imposible de reparar; en este caso, se debe sustituir por otro
igual o de similares características. Cualquier opción siempre debe ser gratuita para el consumidor.
· Peritaje. Para demostrar que un producto, en
periodo de garantía, no funciona bien, y en caso de que el vendedor diga que lo
hemos desgastado por el uso, será necesaria la realización de un peritaje de un técnico cualificado, que
realizará esta valoración para determinar las causas por las que ese equipo no
funciona.
· Reparaciones con garantía de tres
meses. Todas las
reparaciones están garantizadas por tres meses, independientemente del tiempo
de garantía que le quede al equipo o producto que hayamos comprado, siempre y
cuando el aparato no haya sido manipulado por terceros.
En el caso de los coches, la garantía de reparación es de tres
meses o 2.000 kilómetros recorridos desde la fecha de entrega del vehículo.
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